Lagarto cornudo: Además de estar cubierto por cuernos y espinas, ante el peligro aumenta la presión dentro de su cuerpo y lanza sangre por sus ojos.
Serpiente de coral: Sus bandas de colores avisan que quien las posee es muy peligroso. Hay otras serpientes que imitan estos tonos y diseños para despistar a sus enemigos.
Milpiés: Su cuerpo está dividido en segmentos y cada uno tiene dos pares de patitas. A pesar de eso, no es muy rápido. Así que para defenderse se enrolla sobre sí mismo y arroja una sustancia de olor desagradable.
Escorpión látigo: En su panza tiene guardada una sustancia ácida, que arroja cuando se siente en peligro. Este producto huele a vinagre y por eso en algunos países se conoce al escorpión como vinagrón o vinagrillo.
Araña escupidora: Tienen un par de glándulas que desembocan en sus "garras". Por allí lanzan una sustancia pegajosa que inmoviliza a su víctima, luego la envuelve con sus hilos de seda.
Raya eléctrica: Debajo de sus aletas delanteras tiene unos órganos especiales que producen electricidad. Los usa para defenderse y para atontar y matar a sus víctimas.
Foto: fororeptiles.org
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