Tienen cuerpos largos y muy flexibles, y cabezas generalmente grandes. Las hembras viajan cientos de kilómetros hasta distintos lugares en los océanos para poner sus huevos. Una vez que logran su objetivo, mueren.
Tienen dientes filosos y puntiagudos, capaces de morder con muchísima fiereza.
Aunque resulta parecida a una víbora, su piel no está cubierta de escamas, sino de una especie de gelatina que los protege de raspaduras y ataques.
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